
Salvador Lara Cifuentes
Encargado de la Unidad Técnico Pedagógica
APRENDIZAJE PROFUNDO PARA EL DESARROLLO DE UNA COMUNIDAD INVESTIGATIVA: EL SELLO QUE DEFINE NUESTRA ACCIÓN PEDAGÓGICA
El proyecto educativo Institucional (PEI) de nuestro colegio, vigente desde el año 2023, define como visión de aprendizaje la concepción de aprendizaje profundo como base fundamental para orientar la acción pedagógica de toda la comunidad escolar. Ahora bien, ¿qué entiende la comunidad educativa por aprendizaje profundo? ¿existe una visión compartida sobre la visión de aprendizaje profundo? ¿de qué forma esta concepción de aprendizaje puede definir la práctica de enseñanza y la motivación de los estudiantes por aprender?
Luego del esfuerzo de la comunidad escolar por definir el PEI, el cual entrega orientaciones sobre la visión, misión y sellos a nivel institucional, nos queda una tarea pendiente: compartir una visión sobre la concepción de aprendizaje en toda la comunidad escolar. Este desafío no es menor, implica un esfuerzo de organización, gestión y de reflexión de los equipos docentes y líderes escolares por establecer un piso común sobre las prácticas y maneras de abordar el desafío de enseñar. Como señala la investigación educativa en los últimos años, es fundamental contar con un marco comprensivo respecto de qué consideramos aprendizaje y, más concretamente, cómo este se visibiliza en las acciones de los estudiantes y las prácticas de los docentes (Gajardo, 2019).
En la literatura se han destacado dos enfoques de aprendizaje relevantes: una orientación del aprendizaje hacia la comprensión del significado (enfoque profundo) y una orientación del aprendizaje hacia la reproducción (enfoque superficial).
Los estudiantes con un enfoque profundo del aprendizaje se centran en la comprensión de los significados cuando aprenden debido a un interés personal en la materia (motivación intrínseca). Por ello, el aprendizaje implica explorar, descubrir y relacionar ideas nuevas y existentes, lo que a su vez implica el compromiso con el proceso de aprendizaje y el pensamiento crítico (Monroy y González-Geraldo, 2017). En cambio, los estudiantes con un enfoque superficial muestran poco compromiso con la tarea en cuestión y memorizan el tema para aprobarlo (Monroy y González-Geraldo, 2017).
La tarea que nos ocupa en adelante es liderar los procesos de reflexión en la comunidad educativa sobre la visión de aprendizaje que se promueve en las salas de clases, discutir los alcances de esta visión en la práctica de enseñanza que los docentes ponen en acción con los estudiantes y demarcar definiciones posteriores sobre los roles que deben asumir los líderes escolares, los equipos docentes y la disposición de estudiantes para aprender desde el enfoque de aprendizaje profundo.
Una visión de aprendizaje debe ser considerada como imperativo ético que debe orientar el actuar de toda la comunidad escolar. Hablar de imperativo significa arrojarse una tarea que debemos asumir como una obligación, un mandato que debemos cumplir.
La tarea que asumimos, requiere avanzar en cambios en la gestión pedagógica que se ha venido desarrollando en los últimos años en el colegio, demanda tener una mirada crítica del enfoque y la gestión del currículum y por, sobre todo, implica adoptar una disposición de la comunidad educativa por desarrollar una actitud investigativa hacia los cambios y desafíos que significa liderar desde una visión de aprendizaje profundo.